Desarrollo de la calidad

La «calidad» puede definirse como qué tan bien, en qué medida, algo cumple su función, es decir, en qué medida los resultados reales cumplen los objetivos y metas establecidos. Estos fines y objetivos, por supuesto, deben ser tanto cuantitativos como cualitativos. En el caso del trabajo en el ámbito de la juventud, el grado de calidad podría, en su sentido más básico, estar relacionado con el grado en que el trabajo realizado se ajusta a los principios fundamentales: cuanto mejor se ajuste a los principios fundamentales, más contribuirá al desarrollo personal y social de los jóvenes.

En un segundo paso, la calidad se refiere a la funcionalidad de las condiciones previas y los procesos de trabajo: ¿están diseñados de manera que creen las mejores condiciones posibles para alcanzar los objetivos establecidos, son adecuados y eficientes?

Este kit de herramientas para el desarrollo del trabajo juvenil se crea con el fin de apoyar el desarrollo de calidad. Para que sea cualitativa, se actualizará continuamente con nueva información y nuevos ejemplos de buenas prácticas y herramientas. ¡Nunca habrá una versión final!

Lo mismo ocurre con el desarrollo de la calidad del trabajo local en el ámbito de la juventud, que debe llevarse a cabo de forma continua: pasar y debatir los puntos clave no puede hacerse de una vez por todas. Una sociedad en constante cambio y nuevas generaciones de jóvenes pedirán una revisión continua de cómo deben cumplirse los diferentes requisitos de la Carta. El establecimiento de un proceso claro de debates continuos sobre la Carta es, por lo tanto, una medida crucial para su aplicación. No trabajar con un desarrollo de calidad conducirá inevitablemente al estancamiento y al retraso.

¡Que tengas un buen proceso! ¡Ve por el cambio!