La información recopilada a través de la documentación y el seguimiento debe analizarse en una segunda etapa en relación con el contexto del que emana y las condiciones previas y los procesos de trabajo en cuestión. Para ser completo y fructífero, este análisis debe llevarse a cabo en al menos tres entornos diferentes, pero aún conectados; Entre los trabajadores en el ámbito de la juventud afectados, junto con los jóvenes y, cuando proceda, junto con los políticos responsables de establecer objetivos y metas. Esto requiere un proceso claramente estructurado e inclusivo en el que las experiencias e ideas de los jóvenes ocupen un lugar central. Llevado a cabo de esta manera, el proceso no solo conducirá a mejoras, sino que también promoverá el aprendizaje organizativo a todos los niveles y una mayor comprensión y reconocimiento del trabajo en el ámbito de la juventud.
La documentación, el seguimiento y el análisis estructurado son las piedras angulares del trabajo juvenil basado en el conocimiento. El conocimiento obtenido de la investigación, por supuesto, debe usarse para profundizar y ampliar este conocimiento, pero nunca puede reemplazarlo.