La participación voluntaria es la base y el requisito previo necesario para el trabajo en el ámbito de la juventud, mencionado en todos los principales documentos políticos europeos. Una actividad en la que los jóvenes se vean obligados a participar, por muy buena que sea, nunca podría calificarse de trabajo en el ámbito de la juventud.
El trabajo juvenil también podría llevarse a cabo, por ejemplo, en escuelas o prisiones, pero deja de serlo si los jóvenes participan por razones distintas de su propia voluntad y motivación.